
En el día de ayer dejó de existir en este plano, Eduardo Tatá Flores, un maestro del básquet, que supo compartir noches de café con el entrenador referente y creador de la Liga Nacional, León Nadnujel, he tenido la oportunidad de conocerlo, y lejos de estar de su lado o no, ya que para él su vida era el básquet, respiraba y pensaba las 24 horas del día en este pasional deporte, aprendí de su pasión, su humor frente a las visicitudes del juego y de la vida; nos ha dejado muchas enseñanzas pero sobre todo su figura de tipo querible; desde este blog, mi humilde homenaje a un hombre que sin compartir a veces una misma ideología admiré su bohemia y entrega hacia su gran novia, el básquet, seguramente en el lugar que ahora estés alegrarás muchas charlas de café y te encontrarás con la vieja y gloriosa guardia del básquet que tanto se añora. Gracias por los tiempos compartidos.
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